miércoles, 10 de febrero de 2016

PROGRAMA CRECIENDO EN SALUD.


DECÁLOGO PARA UNA INFANCIA FELIZ.
Disfruta de la crianza de tu hijo/a”

1.- Demuestra siempre a tu hijo/a lo importante que es para ti. Exprésale tu amor incondicional a cualquier edad con palabras, sonrisas y gestos: abrazos, besos, caricias,...
2.- Cuida de su salud y ayúdale a crecer sano. Tú eres su modelo. Enséñale estilos de vida saludables en alimentación, actividad física, sueño, higiene,... y también en cómo vivir sus emociones. Usa el sentido del humor.
3.- Dedícale tiempo a diario. Juega y disfruta con él/ella, sin dirigir mucho sus gustos o preferencias. Procura que tenga tiempo libre, a su aire. Y disfrutad juntos de la naturaleza.
4.- No hace falta acumular cosas materiales. El tiempo que le dediques, la educación y los valores que le transmitas serán tu mejor herencia.
5.- Educa con cariño. Elogia lo que hace bien y también los esfuerzos por intentarlo. Ponle normas que pueda y deba cumplir: pocas, claras y adaptadas a cada edad. Enséñale lo que está mal, sin violencia, castigo ni humillación.
6.- Estimula y apoya su aprendizaje. Fomenta su autonomía desde pequeño/a para las actividades cotidianas, como vestirse, lavarse o comer. No le des todo hecho. Es bueno que poco a poco vaya teniendo sus responsabilidades.
7.- Escucha y dialoga con tu hijo/a desde pequeño/a. Muestra interés por su mundo, adáptate a los cambios normales de cada edad y acéptalo y valóralo como es: único y diferente a los demás.
8.- Trasmitele seguridad, tranquilidad, confianza. No fomentes miedos artificiales, apóyale y ayúdale a entender sus propias emociones. Así fortalecerá su autoestima, su motivación y capacidades.
9.- Déjale ser niño/a. No le hagas partícipe antes de tiempo de las preocupaciones de los adultos. Pero no le ocultes los hechos importantes de la vida. Enséñale y ayúdale a entender que la enfermedad, el dolor o la muerte existen y forman parte de ella.
10.- Favorece las relaciones con la familia y los amigos/as. Lo acompañarán a lo largo de su vida. Ayúdale a ponerse en el lugar de los otros. Aprenderá a convivir y amar.
AEPap
Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria.


 
DECÁLOGO DE LA ALIMENTACIÓN.

1.- Una alimentación completa y equilibrada mantiene la salud y previene enfermedades. Se consigue con una dieta variada que incluya todos los grupos de alimentos. Si los niños/as empiezan desde el principio a comer de todo, se acostumbran para siempre.
2.- La dieta mediterránea es muy sana. Consiste en comer muchos vegetales (frutas, verduras, hortalizas, legumbres), cereales (pan, pasta, arroz) y más aves y pescado que carne roja. Cocinar con aceite de oliva y poca sal, mejor yodada.
3.- Es bueno repartir lo que se come en 5 comidas. Desayuno, comida y una cena ligera. Además, a media mañana y merienda, es mejor una fruta fresca o un bocadillo que un zumo envasado o bollería industrial. No hace falta “picar” nada más.
4.- Los/las niños/as aprenden a comer imitando a los mayores. Mejor comer despacio, masticando bien, sentados en la mesa, disfrutando en familia. Sin tele, porque el/la niño/a mal comedor se distrae y no come; y el que come mucho, lo hace sin darse cuenta de la cantidad que toma.
5.- Siempre un buen desayuno antes de ir a clase: lácteo, cereales (pan) y fruta (una pieza entera o zumo natural o ¡tomate!). Mejora el rendimiento físico e intelectual y evita la obesidad.
6.- Todos los días frutas, verduras y hortalizas. Se recomiendan 5 raciones al día. Dos o tres deben ser frutas enteras y a mordiscos. Es mejor postre que un lácteo. No más de un vaso de zumo natural, recién hecho, al día.
7.- El agua es la única bebida necesaria y más sana que cualquier refresco, zumo o batido.
8.- Evite la comida precocinada (con más grasas y sal) y los alimentos con grasas saturadas, trans o hidrogenadas y aceites de coco y palma (lea las etiquetas). Si toma dulces y aperitivos salados que sea con moderación. Cocine más veces a la plancha, en el horno, por cocción o al vapor y menos fritos, empanados y rebozados.
9.- Deje que su hijo/a decida cuánto quiere comer. Tenga confianza: mejor ofrecer, no obligar. Los/las niños/as comen la cantidad que necesita su cuerpo, no la que nosotros queremos. La comida no es un castigo; ni tampoco debería ser un premio.
10.- Conseguir una hora de ejercicio todos los días: correr en el patio, pasear, subir las escaleras, sacar al perro o ir andando o en bici al colegio. Además, 5 veces a la semana al menos, un poco más de deporte; más divertido en compañía.
AEPap
Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria.

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