DECÁLOGO
PARA UNA INFANCIA FELIZ.
“Disfruta
de la crianza de tu hijo/a”
1.-
Demuestra siempre a tu hijo/a lo importante que es para ti. Exprésale
tu amor incondicional a cualquier edad con palabras, sonrisas y
gestos: abrazos, besos, caricias,...
2.-
Cuida de su salud y ayúdale a crecer sano. Tú
eres su modelo. Enséñale estilos de vida saludables en
alimentación, actividad física, sueño, higiene,... y también en
cómo vivir sus emociones. Usa el sentido del humor.
3.-
Dedícale tiempo a diario. Juega
y disfruta con él/ella, sin dirigir mucho sus gustos o preferencias.
Procura que tenga tiempo libre, a su aire. Y disfrutad juntos de la
naturaleza.
4.-
No hace falta acumular
cosas materiales.
El tiempo que le dediques, la educación y los valores que le
transmitas serán tu mejor herencia.
5.-
Educa con cariño.
Elogia lo que hace bien y también los esfuerzos por intentarlo.
Ponle normas que pueda y deba cumplir: pocas, claras y adaptadas a
cada edad. Enséñale lo que está mal, sin violencia, castigo ni
humillación.
6.-
Estimula y apoya su aprendizaje.
Fomenta su autonomía desde pequeño/a para las actividades
cotidianas, como vestirse, lavarse o comer. No le des todo hecho. Es
bueno que poco a poco vaya teniendo sus responsabilidades.
7.-
Escucha y dialoga con tu hijo/a desde pequeño/a. Muestra
interés por su mundo, adáptate a los cambios normales de cada edad
y acéptalo y valóralo como es: único y diferente a los demás.
8.-
Trasmitele seguridad, tranquilidad, confianza. No
fomentes miedos artificiales, apóyale y ayúdale a entender sus
propias emociones. Así fortalecerá su autoestima, su motivación y
capacidades.
9.-
Déjale ser niño/a. No
le hagas partícipe antes de tiempo de las preocupaciones de los
adultos. Pero no le ocultes los hechos importantes de la vida.
Enséñale y ayúdale a entender que la enfermedad, el dolor o la
muerte existen y forman parte de ella.
10.-
Favorece las relaciones con la familia y los amigos/as. Lo
acompañarán a lo largo de su vida. Ayúdale a ponerse en el lugar
de los otros. Aprenderá a convivir y amar.
AEPap
Asociación Española
de Pediatría de Atención Primaria.
DECÁLOGO
DE LA ALIMENTACIÓN.
1.-
Una
alimentación completa y equilibrada mantiene la salud y previene
enfermedades. Se consigue con una dieta variada que incluya todos los
grupos de alimentos. Si los niños/as empiezan desde el principio a
comer de todo, se acostumbran para siempre.
2.-
La
dieta mediterránea es muy sana. Consiste en comer muchos vegetales
(frutas, verduras, hortalizas, legumbres), cereales (pan, pasta,
arroz) y más aves y pescado que carne roja. Cocinar con aceite de
oliva y poca sal, mejor yodada.
3.-
Es
bueno repartir lo que se come en 5 comidas. Desayuno, comida y una
cena ligera. Además, a media mañana y merienda, es mejor una fruta
fresca o un bocadillo que un zumo envasado o bollería industrial. No
hace falta “picar” nada más.
4.-
Los/las
niños/as aprenden a comer imitando a los mayores. Mejor comer
despacio, masticando bien, sentados en la mesa, disfrutando en
familia. Sin tele, porque el/la niño/a mal comedor se distrae y no
come; y el que come mucho, lo hace sin darse cuenta de la cantidad
que toma.
5.-
Siempre un buen desayuno antes de ir a clase: lácteo, cereales (pan)
y fruta (una pieza entera o zumo natural o ¡tomate!). Mejora el
rendimiento físico e intelectual y evita la obesidad.
6.-
Todos los días frutas, verduras y hortalizas. Se recomiendan 5
raciones al día. Dos o tres deben ser frutas enteras y a mordiscos.
Es mejor postre que un lácteo. No más de un vaso de zumo natural,
recién hecho, al día.
7.-
El
agua es la única bebida necesaria y más sana que cualquier
refresco, zumo o batido.
8.-
Evite la comida precocinada (con más grasas y sal) y los alimentos
con grasas saturadas, trans o hidrogenadas y aceites de coco y palma
(lea las etiquetas). Si toma dulces y aperitivos salados que sea con
moderación. Cocine más veces a la plancha, en el horno, por cocción
o al vapor y menos fritos, empanados y rebozados.
9.-
Deje que su hijo/a decida cuánto quiere comer. Tenga confianza:
mejor ofrecer, no obligar. Los/las niños/as comen la cantidad que
necesita su cuerpo, no la que nosotros queremos. La comida no es un
castigo; ni tampoco debería ser un premio.
10.-
Conseguir una hora de ejercicio todos los días: correr en el patio,
pasear, subir las escaleras, sacar al perro o ir andando o en bici al
colegio. Además, 5 veces a la semana al menos, un poco más de
deporte; más divertido en compañía.
AEPap
Asociación Española
de Pediatría de Atención Primaria.